PRECURSORES Y PERSONAJES DE NUESTRA INDEPENDENCIA / antonio_narino



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antonio_narino

BIOGRAF�A

NARI�O naci� en Santafe en 1766, i recibi� una educacion tan esmerada como ent�nces se permitiera. En 1789 era Alcalde ordinario de la capital, que era mucho para un americano, i en ese empleo lo hallaron los vireyes Lemus i Espeleta, hableildo concurrido como tal a celebrar el juramento de C�rlos IV en su exaltacion al trono de Espa�a. Espeleta lo distinguio confiriendole el importante destino de |tesorero de diezmos. Intelijente en alto grado, estudioso i provisto de la mejor libreria, se tenia a NARI�O por sabia en la capital del vireinato. De figura gallarda i simp�tica, i de modales insinuantes, se granjeaba el afecto de cuantas personas le trataban. Con esto, i los talentos que lo adornaban i los conocimientos que poseia, ech� las bases de la inmensa popularidad que despues tuvo.
NARI�O habia sido desterrado en 1795, por la publicacion que en el a�o anterior hiciera de |Los derechos del hombre, traducidos de la |Historia de la Asamblea constituyente de Francia.
Fugado en esa �poca de su prision de C�diz, estuvo en Madrid y paso a Francia con otro nombre,  trabando relaciones de amistad con el presidente Tallien, quien le ofreseria ausiliado por la Republica  francesa para conmover el Nuevo Reino de Granada, en el sentido de su Independencia. Poco despues estuvo en L�ndres, tratando de obtener all�, como lo hiciera en todas partes, los medios conducentes a la realizacion de sus proyectos; pero ya sin esperanza de conseguirlos, volvi� a su patria en 1797, como  inc�gnito. Descubierto que fu�, i considerado como |reo pr�fugo, el virei Mendinueta lo hizo reducir a prision i no se le fusil�, por haber confesado sus planes revolucionarios i descubierto a sus c�mplices, acto de debilidad que justamente se le ha censurado.
Por ese tiempo tuvo lugar en Cartajena la conspiracion de los negros de Martinica; el motin de los pueblos de T�querres i Guaitarilla en el correjimiento de los Pastos, i la sublevacion de los de Guamote i Columbe del de Riobamba, en Quito.
En julio i agosto de 1806 tuvo lugar tambien la espedicion del jeneral Miranda contra Venezuela, la que desgraciadamente fracas� sobre las costas de Coro.
Cuando NARI�O fu� desterrado en 1810, se le remiti� a Cartajena; i habi�ndose fugado en el Banco, se le captura en Santa marta i se le envia al castillo de Bocachica, de donde sale una vez proclamada la Independencia en Cartajena. Se hallaba en esa ciudad cuando su junta revolucionaria diriji� el famoso manifiesto de 19 de setiembre, promoviendo la formacion de un Gobierno federal, que inpugnara NARI�O con razones incontestables, demostrando la necesidad que tenia  la Nueva Granada para llevar a cabo la revolucion, de un gobierno central que tuviera la unidad i fuerza requeridas por las circunstancias.
Vuelto NARI�O a Bogot� redactaba "La Bagatela," peri�dico semanal escrito en estilo jocoso a la par que elegante, en el cual atacaba el sistema federal, a tiempo en que estaba para instalarse el primer Congreso de las provincias unidas. Era presidente de Cundinamarca don Jos� Tadeo Lozano, de quien se ha dicho que, para contrastar, unia a talentos distinguidos la debilidad i la inconstancia, defectos que le crearon muchos, descontentos, a cuya cabeza se puso NARI�O. Este gozaba ya, como se ha dicho, de mucha popularidad, i tenia la esperiencia del sufrimiento. Su s�r moral l�jos de quebrantarse se habia fortalecido en 17 a�os de prisiones i  destierros, por lo cual se le consider� como el hombre mas a prop�sito para el mando supremo.
Con esta idea el pueblo de la capital amotinado el 19 de septiembre de 1811 oblig� a Lozano a renunciar la presidencia, i eligi� en su lugar a don ANTONIO NARI�O, quien acept� el mando bajo condiciones  que �l mismo exgi� i que le fueron concedidas.
Sabiendo NARI�O que el medio por el cual habia llegado a la magistratura no era lej�timo, convoco a los dos dias la llamada |representacion nacional, que ap�nas podria haberlo sido de la provincia de Cundinamarca, exiji�ndole que considerase de nuevo la renuncia de Lozano i la del vicepresidente Jos� Mar�a Dominguez, que tambien fu� obligado a hacerla, a la vez que su eleccion de presidente. La. representacion reliji� NARI�O, afirm�ndolo de ese modo en el alto puesto que un tumulto popular lo habia elevado.
No obstante estos sucesos, los disputados de las provincias que se hallaban en Santaf�, continuaron las sesiones pr�vias  a la instalacion del congreso; i despues de calificar a sus rniembros, la mayor�a se decidi� por el sistema federativo, que se habia llevado a la mas rid�cula exajeracion, pues apenas hubo ciudad o villa de alguna importancia que no quisiera figurar como Estado soberano en la Union federal .
El Congreso, tomando por modelo al primero de los Estados Unidos de Am�rica. (Qu� diferencia de situaciones!) firm� una acta de federacion como la de dichos Estados, redactada por e eminente don Caimilo T�rres con la precision i brillantez que lucian en todas sus producciones, habi�ndose hecho en forma de un tratado que firmaron los diputados al congreso en nombre de las provincias que representaban.
Segun las apreciaciones de los historiadores patrios, NARI�O se impuso como presidente i dictador de Cundinamarca. Enemigo del sistema federativo, su primera idea fu� la de hacer la guerra a las provincias que habian proclamado i sostenido esta forma de gobierno, con cuyo objeto hizo marchar en marzo de 1812, a la provincia del Socorro, una espedicion de doscientos fusileros a las �rdenes del coronel don Joaquin Ricaurte, quien despues de obtener por capitulacion el sometimiento de esos pueblos, acus� a NARI�O ante el senado de Cundinamarca por sus proyectos ambiciosos i liberticidas. NARI�O, como era natural, fu� absuelto de la acusacion, i Ricaurte destituido de su empleo militar.
Con el ostensible objeto de defender los valles de C�cuta contra los realistas de Maracaibo, envi� NARINO otra espedicion de trescientos cincuenta hombres al mando del brigadier Antonio Baraya, a cuyas �rdenes iban el injeniero Francisco Jos� de Caldas, el capitan Rafael Urdaneta i el subteniente Francisco de Paula Santander, que despues figuraron tanto en la guerra de la Independencia.
Baraya recibi� instrucciones para someter la provincia de Tunja i unirla a Cundinamarca; pero hall� una resistencia tenaz en el gobierno i en sus habitantes, por cual, i no hallando un motivo justificable (honesto, dice la historia) para romper hostilidades i usar de la fuerza, se traslad� a Sogamoso.
Persudido Baraya de los males que iban a seguirse a la causa de la Independencia por la division que NARI�O habia suscitado, le escribi� a �ste haciendole presente la necesidad de reunir el congreso federal, cortando as� la funesta discordia. Esto mismo manifest� a sus oficiales, i la resolucion que tenia de cooperar a la instalacion de dicho congreso, conforme a los prinlcipios del acta federal, poni�ndose a las �rdenes del gobierno de Tunja i desobedeciendo al de Cundinamarca, que desde ent�nces se considero ilej�tirno.
Al saber NARI�O esto, que se ha llamado la defeccion de Baraya, convoc� la representacion de Cundinamarca para darle cuenta de lo ocuirrido i pintarle los peligros de la situicion.
En tales circunstancias, los enemigos de NARI�O, en Santaf�, fomaron un partido respetable que por lo pronto hizo callar  "La Bagatela," papel incendiario, con que su redactor, el mismo NARI�O, fomentaba la desunion de los pueblos que habian proclamado su Independencia. Desde ent�nces quedaron pronunciados los dos partidos de federalistas i centralistas.
Los diputados al congreso federal, que se habian trasladado a Ibague, dirijieron a NARI�O la reclamaciones mas fundadas i vigorosas contra la union a Cundinamarca de los pueblos de otras provincias,  i contra las espediciones enviadas a someterlas, lo que produjo en Santafe una gran fermentacion i fue obligado NARI�O, por temor de un trastorno, a tratar con los diputados comisionados al efecto, doctores Fr�tos Guti�rrez i Jos� Mar�a del Castillo Rada, representantes de las provincias de Pamplona i Tunja, los cuales ajustaron con NARI�O, un tratado en que se estipul� la inmediata instalacion del congreso, en los t�rminos propuestos por NARI�0; pero ya el gobierno de Tunja se aprestaba para la guerra quedando el tratado sin efecto por este i otros motivos.
Suspendido el imperio de la constitucion i hecho dictador a NARI�O, organiz� �ste una espedicion de ochocientos hombres, enviando imnediatamente otros doscientos al Socorro en auxilio del brigadier Pey, que mandaba all� las fuerzas de Cundinamarca, encendi�ndose por consiguiente la guerra civil, que tan funesta fu� a la naciente Rep�blica.
El congreso de Ibagu�  nombr� una comision para que transijiera las diferencia que existian entre los dos gobiernos, pero esta, comision, nada obtuvo.
En consecuencia, NARI�O march� sobre Tunja con sus fuerzas i ocupo esa ciudad sin resistencia alguna. Baraya habia marchado con las suyas a la provincia del Socorro donde propuso negociaciones al brigadier Pey, sin resultado para la paz, vi�ndose as� obligado a activar las operaciones militares.
NARI�O permaneci� en Tunja hasta fines de julio, mi�ntras Baraya batia i destru�a en el Socorro las fuerzas de Pey. En un hombre de la actividad de NARI�O fu� inesplicable tal permanencia. Si en vez de ella, i con las fuerzas que tenia, mandadas por el brigadier don Jos� Leiva, jefe de valor i de pericia militar, marcha inmediatamente h�cia el Socorro, habria evitado los reveses sufridos por sus tropas i destruido probablemente las de Baraya, inferiores en n�mero.
Sabidos por NARI�O los reveses de Pey en el Socorro, conferenci� i concluy� un tratado, con el Gobernador de Tunja don Juan Nepomuceno Ni�o, que se firm� en Santa Rosa el 30 de julio, convini�ndose entre otras cosas en que se instalara inmediatamente el congreso federal, i que las armas de Tunja i Cundinamarca se pusieran a disposicion del congreso para hacer la guerra a los espa�oles i sus partidarios, con olvido mutuo de todas las desavenencias pasadas.
As� termin� NARI�O su primera campa�a en la guerra civil, que como se ha visto, le fue del todo adversa.
Algunos dias despues del tratado de Santa Rosa tuvo que volver precipitadamente a Santaf�, que se hallaba en la mas completa anarquia. El antiguo Oidor don Antonio Javier G�mez (alias |doctor Panela) i otros demagogos, habian conmovido al pueblo contra los federalistas cuando supieron los triunfos de Baraya en el Socorro. Con su presencia restableci� NARI�O la tranquilidad, e hizo publicar un bando sobre �rden p�blico, abdicando al mismo tiempo las facultades ilimitadas que se le habian conferido i anunciado la instalacion del congreso federal. Poco despues hizo renuncia de la presidencia ante el senado de Cundinamarca, fund�ndose en poderosas razones, i se le admiti� el 19 de agosto de 1812.
Los diputados al congreso federal residentes en Ibagu�, se trasladaron ent�nces a la Villa de Leiva.
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El 11 de setiembre, a virtud de escitacion popular i por acuerdo de algunos miembros de la representacion de Cundinamarca, vuelve NARI�O a la presidencia, i una junta de notables convocada por NARI�O el 22 de octubre, acuerda que �ste contin�e con la dictadura i que desobedezca las �rdenes del congreso federal, encendi�ndose de nuevo la guerra civil.
El congreso le dirije a NARI�O una intimacion de guerra, i NARI�O se prepara a ella, reuniendo i disciplinando tropas con la mayor presteza.
A fines de noviembre del mismo a�o, el piesidente de Cundinamarca se puso en marcha para Tunja con mil quinientos hombres de todas armas, rejidos por el brigadier don Ramon Leiva i por otros oficiales espa�oles o adictos a su causa, por lo cual se ha hecho a NARI�O un cargo incontestable.
El Brigadier Ricaurte sali� a su encuentro con una columna de quinientos hombres i cinco piezas de artiller�a, al pueblo de |Venta-quemada; i habi�ndose replegado al alto de la V�rjen, oblig� a N�RI�O a empe�ar el combate en ese punto, el 2 de diciembre a las cuatro de la tarde. Despues de un fuego de dos horas i m�dia, sostenido con valent�a de uno i otro lado, los soldados de NARI�O se pusieron en des�rden, reti�ndose a |Venta-quemada. En esa noche emprendieron la fuga dejando en el campo 40 muertos, 50 prisioneros, i 10 piezas de artiller�a.  Los restos de aquella fuerza reunidos por el brigadier Leiva, volvieron a Santaf�, donde NARI�O concentraba todas las que pudo organizar i levantaba algunas fortificaciones para la defensa de la ciudad. Baraya estableci� su cuartel jeneral en Fontibon, estendiendo su l�nea de batalla desde Usaquen hasta Tunjuelo, pues pensaba sitiar la ciudad.
El teniente coronel de la Union, Atanacio Jirardot, atac� i tom� la posicion de |Monserrate el 5 de enero de 1813, defendida por un destacamento de 200 hombres, lo que produjo la mayor consternacion en la capital.
Se proponen a Baraya capitulaciones, i este, a exijencia de la comision politica i de guerra nombrada por el congreso, no las acepta.
El franc�s Bailli, con 200 hombres de las fuerzas de Cundinamarca, ataca el destacamento de Usaquen, lo bate i hace prisionero.
Baraya dispuso al fin el ataque de la ciudad al amanecer del dia 9 de enero. Trabada la pelea i sostenida al principio con decision i valor, por las dos fuerzas, se introdujo a poco el des�rden en las de la Union, siendo completamente derrotadas. Este mal suceso se debi� en gran parte al estrav�o i demora de algunos cuerpos enviados por el ejido de la Estanzuela.
Termin�se de esta manera la segunda guerra civil entre las provincias del centro de la Nueva Granada; guerras que tuvieron lugar por falta de pol�tica; por las brascas e inusitadas intimaciones del congreso a NARI�O, de un lado, i por la resistencia de �ste a reconocer el congreso i prestarle obediencia, de otro. En ellas se perdi�, lo que tendr� siempre que lamentarse, un tiempo precioso en que pudo asegurarse la Independencia i libertad del Nuevo Reino, o ganarse mucho en favor de tan noble causa.
Poco despues de la derrota de las fuerzas de la Union en Santaf�, los dos partidos contendientes, despues de conferencias tenidas por comisionados, se reconciliaron sinceramente, prometi�ndose paz i amistad estables, que se quedaron en promesa.
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A. tiempo en que ocurrian estos sucesos en el Nuevo Reino, los republicanos de Venezuela eran batidos en |San C�rlos, Los Guayos i |San Juan de los Morros; i aunque despues obtuvieron ventajas en |Guaica i |Vitoria, i en la famosa batalla de |Pantanero, volvieron a ser vencidos en |Puertocabello i |San Est�van. El coronel Simon Bol�var que defendia a Puertocabello se embarc� el 6 de julio de 1812 en Borburata con otros compa�eros, con rumbo a Cartajena, en donde tom� servicio para sostener la Independencia del Nuevo Reino.
Despues de los triunfos del coronel Bol�var en el Magdalena, libertando los pueblos por donde pasaba., i del obtenido sobre la division del coronel espa�ol Correa el 28 de febrero, en San Jos� de C�cuta, precedido de movimientos estrat�jicos que empezaron a fundar su gran reputacion militar, encargado ya de la division granadina situada en C�cuta, fue ausiliado por NARI�O presidente de Cundinamarca, con algunos hombres, armas i municiones. La fuerza no era numerosa, pero habia en ella .u cuadro de selectos oficiales, entre los cuales se contaban los j�venes Atanacio Jirardot, Rafael Urdaneta, Lucian� D'Eluyar, Francisco de Paula Velez, Jos� Mar�a Ortega, Herm�jenes Maza, Manuel, Joaquin i Antonio Paris, i Antonio Ricaurte.
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A principios de 1813, el Gobierno de la Nueva Granada, debilitado por las guerras civiles, veia amenazada su libertad e independencia, tanto por el Norte como por el Sur.
En Venezuela, el feroz Monteverde, enorgullecido con sus triunfos del a�o anterior, pensaba que f�cilmente podria reconquistar el Nuevo Reino, i preparaba con este objeto una espedicion en Barinas; pero el brigadier Bol�var, elevado ya a este rango por el congreso granadino, frustro sus proyecto i burlo sus esperanzas, a merced de r�pidas marchas, de audaces i bien combinadas operaciones militares i de sus espl�ndidos triunfos en |C�cuta, Carache, Niquitao, Barinas, Horcones i Tinaquillo, despues de los cuales ocup� a Car�cas, favorecido por el entusiasmo i recursos de las poblaciones que libertaba.
Por el sur, el brigadier don Juan S�mano, que habia reconocido i jurado sostener la junta revolucionaria del 20 de julio de 1810, recibi� de M�ntes, presidente de Quito, el mando de otra division de dos mil hombres, con la cual ocupo a Popayan, el 1� de julio. Las fuerzas de los patriotas, que se habian retirado de Popayan, se pusieron en Cartago a las �rdenes del teniente-coronel Manuel de Serviez. Mui inferiores inferiores en n�mero a las realistas fueron batidas i dispersadas en |Palogordo y las |Ca�as, quedando entregada la provincia a la devastacion i al pillaje.
 Desde Cartago diriji� S�mano a NARI�O un oficio M�ntes en que le proponia capitulacion, sobre bases indudablemente p�rfidas y enga�osas como todas las que proponian los Jefes espa�oles.  NARI�O contest� rechazando todo avenimiento: " Si la fatalidad diere a usted la victoria, vendra a reentronizar el despotismoo sobre ruinas i montones de cad�veres, pues estoi resuelto, en el ultimo evento, a sacrificarlo todo i a reducir a cenizas hasta los templos �ntes que volver a ver mi patria bajo su antigua servidumbre." Con estas palabras termin� NARI�O su contestacion a M�ntes, espres�ndole en ella, no solo su patri�tica resolucion, sino tambien la de los pueblos, a cuyo nombre hablaba. Palabras como esas no recuerdan los tiempos heroicos de Roma i Grecia. " Deponed las armas," decia J�jes a Leonidas cuando pensaba conquistar la Grecia "Venid a tomarlas," contest� el orgulloso ateniense.
Cuando S�mano regresaba a Popayan, era nombrado dictador de Antioqu�a don Juan del Corral, hombre de intelijencia y de ciencia, i de una probidad i enerj�a nada comunes.
Corral cornision� al coronel Jose Mar�a Guti�rrez para prender a los realistas espa�oles i americanos de la provincia, i para embargar sus bienes; i dispuso que por una acta solemne, se proclamara la independencia absoluta de la Espa�a, como as� se hizo el 11 de agosto, i como as� lo hicieron, poco �ntes o poco despues que el de Antioquia, los gobiernos de las otras provincias. El de B�got�, 16 de julio de 1813, i el de Cartajena, que fu� el primero, lo habia hecho el 11 de noviembre de 1811.
En su dictadura manifest� Corral la mayor actividad imajinable i gran tino pol�tico. Lleg� hasta lograr por sus indicaciones, tomadas de los libros que se fundieran en Antioquia algunas piezas de artiller�a de campa�a.
Cuando se supo en las provincias del Norte, que S�mano permanecis inactivo en Popaya, los diputados al congreso por dos de esas provincias Castillo de Rada i Madrid, exijieron a NARI�O que ausiliara a Popayan i NARI�O les ofreci� que �l mismo iria prometi�ndose destruir las fuerzas de S�mano i afianzar la Independencia del pais. Hizo marchar en efecto algunos cuerpos de ej�rcito a Ibagu� i la Plata, para defender los dos pasos de la cordillera por Quind�o i Guan�cas.
El escoces Macgregor  habia llegado a Santaf� con las fuerzas del Socorro a la que llegaron tambien poco despues las de Tunja i Neiva.  Macgregor fu� nombrado enseguida para defender la frontera del Norte.
En Antioquia se preparaba al mismo tiempo una fuerza de trescientos hombres,. bien armados i equipados para seguir h�cia el Sur en combinacion con las demas fuerzas.
Antes de partir NARI�O a la campa�a, organiz� el gobierno de Cundinamarca renunciando la dictadura i encargando de la presidencia a don Manuel Bernardo de Alvarez;  i estableci� el tribunal  de vijilancia i seguridad que debia conocer de las causas de lesa patria, como se estableciera tambien en las demas provincias.
NARI�O su marcha en los primeros dias de octubre, i, unido a Serviez que mandaba la caballer�a organizada en Ibagu�, lleg� a la Plata el 25 del mismo mes. Su segundo jefe, lo era el brigadier Leiva, espa�ol europeo, decidido desde el primer dia por la causa de la Independencia. Su Jefe de Estado mayor, lo era Cort�s Campom�nes, compa�ero de Bol�var, que tanto se distinguiera en la campa�a anterior contra los realistas de la Costa. Acompa�aba tambien a NARI�O el coronel Jos� Mar�a Cabal.
La columna de Antioquia mandada por el coronel Jos� Mar�a Guti�rrez, fu� la primera que se movi� sobre el Cauca. Era Guti�rrez un j�ven abogado, entusiasta, valeroso i de algunos conocimientos militares, por lo cual se le esperaba una Carrera brillante. Su columna lleg� sin oposicion hasta Anserma i Cartago, hahiendo huido los destacamentos realistas al acercarse a ellos. La aparicion de Guti�rrez con la fuerza de Antioquia, llen� de entusiasmo a los pueblos del Cauca .
Este jefe se puso en correspondencia. con el coronel Rodr�guez, que despues de hab�rsele dispersado las fuerzas que tenia en Popayan con la llegada de S�mano, habia reunido en Ibagu� unos trescientos hombres destinados a ocupar a Cartago. Guti�rrez le inst� a �ste para que acelerara su marcha, lo que hizo en efecto reuni�ndose poco despues, i juntos siguieron para Buga.  De all� marcharon h�cia Cali, cuya poblacion se  habia defendido con solo diez i siete hombres contra un cuerpo numeroso de S�mano, en el paso del rio Cauca llamado La Balza.
NARI�O se disponia a marchar sobre Popayan cuando ocurri� en su ej�rcito una novedad alarmante i de resultados funestos, como luego se ver�.
Serviez i Campom�nes, jefes valientes i entendidos fueron acusados ante NARI�O de atentar contra su vida Dando el Jeneral o�dos al denuncio, mand� que se les redujera a prision y se les Siguiera el juicio. Con el proceso fueron remitidos a Santaf� para que se les sentenciara, i se les sentenci� a destierro, sin que existiera la prueba de su delincuencia.
Como �mbos jefes fueron destinados por el congreso federal, i eran sumamente severos en la disciplina., se crey� que por esto; se crearon enemigos que quisieran perderlos merced de una calumnia.
A la falta de ellos se atribuyeron en gran parte y con sobra de razon, las desgracias que acontecieron despues al ej�rcito de NARI�O. Este mismo tuvo que arrepentirse a poco tiempo, de la lijereza de su proceder.
Sigui� NARI�O su marcha, con la mayor celeridad posible i sin resistencia alguna, por el p�ramo de Guan�cas. Si S�mano hubiera sido otro militar, habria podido detener toda la espedicion i aun destruirla con poca fuerza, en uno de tantos estrechos i desfiladeros que se encuentran en esa via.
En el alto de |Palace, cerca de Popay�n, habia un cuerpo avanzado de setecientos realistas que mandaba en persona S�mano, el cual fu� atacado a las dos de la tarde del 30 de diciembre por trescientos hombres rejidos por el mayor jeneral Cabal, quien despues de un fuego viv�simo i bien dirijido lo puso en derrota con p�rdidas considerables.
A consecuencia de esta derrota i de la persecucion subsiguiente, abandon� S�mano a Popayan, retir�ndose al Tambo a esperar algunos ausilios que habia pedido a Pat�a i Pasto.
Al dia siguiente (31 de diciembre de 1812) NARI�O ocup� a Popayan.
No habiendo podido impedir que las fuerzas mandadas por el jefe espa�ol Asin se unieran a las de S�mano, el ej�rcito realista as� reforzado, se acamp� en la hacienda de |Calib�o,  i el republicano en la fuerte posicion del Bajo Palac�, mi�ntras se le unia la division del coronel Rodr�guez, qu� habia entrado por el Quind�o. Con esta complet� NARI�O mil ochocientos hombres, con los cuales atac� a S�mano, que tenia dos mil, en su posicion de |Calib�o.
El ataque tuvo lugar el 15 de enero de 1813, por tres puntos, i fu� tan bien combinado, que despues de un fuego vigoroso i una carga a la bayoneta, ordenada por el mismo NARI�O, el enemigo abandon� el campo, poni�ndose en fuga precipitada. Asin muri� combatiendo valerosamente, i con �l quedaron muertos en el campo ocho oficiales i trescientos sesenta solidados, con ochenta soldados prisioneros, seis oficiales i el coronel Sol�s. El enemigo perdi� ademas ocho piezas de artiller�a i doscientos fusiles con sus pertrechos.
Esta gran victoria tan solo cost� al ej�rcito independiente, cincuenta hombres, entre muertos i heridos.
Al dia siguiente NARI�O volvi� a ocupar a Popayan, i S�mano se retir� h�cia Pasto.
El denodado coronel Cabal sigui� h�cia el Tambo.
Si NARI�O, en vez de retirarse a Popayan, sigue sobre Pasto en persecucion de los restos de la fuerza de S�mano, habria ocupado aquella plaza �ntes de que este hubiera podido rehacerse; pero dej� de aprovecharse del triunfo de |Calib�o, olvidando que la activa persecucion del enemigo derrotado i la celeridad de los movimientos, es lo que da los mejores resultados en campa�a.
El coronel Guti�rrez de Antioquia se uni� con su columna al ej�rcito de NARI�O, en Popayan.
Por ese tiempo muere Corral, Presidente de Antioquia, el primero que iniciara en el pais la grande idea, la reforma humanitaria de la libertad de los esclavos, timbre glorioso que nadie podr� disputarl�. Su muerte fu� jeneralmente sentida, como un acontecimiento infausto para la Republica.
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Provisto NARI�O de los recursos necesarios, abre su nueva campa�a sobre Pasto el 22 de marzo, con mil cuatrocientos hombres de escelente tropa, llevando por su segundo al coronel Cabal i dejando en Popayan, como comandante de armas, al brigadier Leiva.
Los primeros enemigos con quienes tenia que combatir eran los patianos, que le hicieron la guerra de partidas con la mayor pertinacia i con estraoidinaria habilidad, por lo cual i por lo fragoso de la monta�a emple� veintiuna jornadas en llegar al Juanamb� distante dos dias de Pasto.
Las tropas realistas se, hallaban acampadas en las alturas del Boqueron i Buesaco, que dominan la rn�rjen meridional del Juanamb�, Los mandaba el Mariscal de campo don Melchor Aymerich, por destitucion de S�mano. En esas posiciones inespugnables por naturaleza, que fortific� mas por medio del arte, esperaba a NARI�O.
El Jefe republicano dispuso, que el mayor Monsalve pasase el rio con cien hombres por un punto que el enemigo habia descuidado, i que atacara por retaguardia la posicion del Boqueron. Ap�nas cuarenta hombres pudieron trepar la escarpada pendiente, dirijidos por el intr�pido subteniente Francisco Van�gas. Descubiertos que fueron por los realistas, en n�mero de quinientos, creyeron estos que los atacaba una fuerza mucho mayor i abandonaron moment�neamente el campo; pero cuando salieron de su enga�o, acometieron al grupo de h�roes, que combaten como leones, i solo Van�gas con doce compa�eros pudieron salvarse, protejidos por un refuerzo que mand� NARI�O.
Algunos dias despues supo NARI�O que habia otra ruta por donde podia intentar el paso del Juanamb� el del "Tablon de los G�mez" que solo estaba defendido por sesenta pastusos. En con secuencia dispuso el 2 de abril que el comandante Virgo (ingl�s) que se habia distinguido en el combate del |Alto Palac�, pasara el rio por aquel punto, como as� lo verific�.
Virgo debia presentarse a los dos dias sobre la altura de Buesaco, a la espalda del enemigo. Al observar los patriotas que este se movia, creyeron que Virgo iba a ser atacado, por lo cual NARI�O mand� a Cabal que con cuatrocientos hombres pasara el rio, �rden que fu� ejecutada con el mayor denuedo, estando el rio sumamente crecido i bajo los fuegos del enemigo. Los realistas que defendian las trincheras las abandonaron cobardemente, i los republicanos los persiguieron hasta la |Gran trinchera que cubria el corte hecho en el camino de Buesaco. Ausiliado aquellos por Aymerich, se trab� el combate con encarnizamiento i con gran desventaja para los patriotas, que peleaban a  pecho descubierta contra un enemigo parapetado i que ocupa una posicion formidable. Vi�ronse pues obligados a emprender la retirada, en la que fueron protejidos pronto i eficazmente por la artiller�a, encargada al capitan Pedro Murgu�itio i al teniente Pizarro, con cuyo ausilio repasaron el Juanamb� los restos de la columna Cabal, dejando muertos en el campo como cien hombres de tropa i los valientes oficiales  Pedro Jirardot e Isaac Calvo, perdiendo ademas un n�mero mayor entre heridos i prisioneros.
NARI�O sufria las consecuencias de su retirada a Popayan despues del triunfo de |Calib�o. Si despues de �ste, se hubiera dirijido sobre Pasto, sus fuerzas no se hubieran estrellado en esta vez en las rocas del Juanamb� i en la rnultitud de fortificaciones que la naturaleza i el arte le oponian.
Virgo ocup� a Buesaco el 28 de abril, i el jefe realista, que tenia agotadas sus municiones, tuvo que levantar su campo i retirarse a la hacienda de Pajajoi. NARI�O qu� al amanecer del dia 29 veia desierto el campo enemigo, juzg� que Virgo iba a ser atarcado; pero a las 11 de la ma�ana, la bandera republicana tremolaba orgullosa sobre las cumbres del Boqueron i Buesaco.
El mismo dia el ej�rcito patriota empez� a pasar el ri�, terminando esta operacion el 2 de mayo, con la cual qued� ocupada por �l la formidable posicion del Juanamb�.
El Jeneral realista sali� el dia 3 al encuentro de NARI�O, i el 4 trab�se el combate en el cerro de |Ceb�llas o Chacapamba, en el cual los realistas se habian emboscado en tres puntos siendo uno de ellos sorprendido i rechazado el teniente coronel Virgo que mandaba la descubierta. NARI�O depuso a dos oficiales que fueron los primeres en huir, oblig�ndolos a servir en clase de soldados hasta que volvieran a hacerse dignos de sus empleos; i a dos compa��as de cazadores que abandonaron a su comandante, las castig� con servir de custodia en el campamento i no permitirles entrar en combate.
Pens�se por algunos en la. retirada, despues de la accion de |Ceb�llas; pero el Jeneral en una junta de oficiales convocada para resolver, los persuadi� a todos, ayudado por las palabras elecuentes del capitan Baltazar Salazar, que fu� el primero en oponerse, de los peligros e inconveniencia que ella traeria.
El enemigo estaba acampado en el cerro de |Tas�nes, i el 9 mayo el Jeneral NARI�O resuelve atacarlo. Dividida su fuerza en tres colunmas se dirijen contra igual n�mero del enemigo, embodas en la maleza de la pendiente. A las 11 del dia las tropas de NARI�O habian subido la mitad de la cuesta a favor de la artiller�a, situada al pi� del cerro, cuando las columnas enemigas rompieron sus fuegos desde los en que se habian emboscada, causando estragos en las filas patriotas. A las 3 de la tarde, despues de combatir cuatro horas seguidas, con la mayor desventaja para estas, dos compa�ias del Cauca huyen en des�rden comprometiendo el �xito de la jornada; pero el Jeneral, apercibido del peligr� de una derrota completa, vuela en persona a contenerlas, las reconviene por su cobard�a i con espada en mano se arroja en medio del combate.
El entusiasmo que nace de tan her�ico eje reanima las filas patriotas: los oficiales i soldados pelean con asombroso valor i el enemigo es batido i arrollado en toda la l�nea, decidi�ndose la accion a las 5 de la tarde. Los realistas huyeron h�cia Pasto.
Mas de cien soldados i siete oficiales muertos entre estos los capitanes Salazar i Bonilla, perdi� ese dia la causa de la Independencia; mi�ntras que el enemigo no tuvo sino un oficial i nueve soldados muertos, por la ventaja de sus posiciones.
El Mayor jeneral Cabal que marcho ese dia a la cabeza del ej�rcito, como lo hacia de costumbre, tenia �rden para ocupar la altura, i nada mas; pero con la ceguedad del combate, persigui� al enemigo despues del triunfo por mas de una legua, con quinientos hombres del batallon Bogot�, que siempre han sido de los mejores soldados.
NARI�O ofici� desde Tas�nes al Cabildo de Pasto mand�ndole preparar cuarteles, seguro como estaba de ocupar la ciudad. Mui pronto sus fundadas esperanzas quedaron desvanecidas,  i con ellas las de las poblaciones del reino de Quito, cuyos habitantes esperaban a NARI�O como a su libertador, que lo habria sido si esta campa�a no tiene el inesperado i funesto desenlace que tuvo.
El 10 de mayo se retir� Ayinerich de Pasto, acamp�ndose en la hacienda de "Mej�a," al otro lado del Gua�tara. Antes de salir hizo tocar, jenerala i no se le present� ni un solo hombre. La ciudad de Pasto qued� guarnecida con tropas de Lima, llevadas por Aymerich, a las �rdenes del teniente coronel Pedro Noriega.
A las 9 de la ma�ana del mismo dia las tropas de NARI�O ocuparon el |Ejido de Pasto; i cuando pensaban ocupar la ciudad sin un tiro, por haber visto la retirada de Aymerich, i porque el soldado que llevara el oficio de NARI�O al Cabildo les habia dicho que no habia all� tropa alguna, una guerrilla de pastusos atac� la descubierta de los patriotas. Protejida esta por el centro de la division, la guerrilla volvi� a las calles de la ciudad, i si es perseguida, NARI�O habria entrado talvez a Pasto; pero dispuso que sus fuerzas tomaran de nuevo sus posiciones del |Ejido. Este fu� su error.
Entre tanto Noriega entusiasmaba i levantaba a todos los habitantes de Pasto, pues que hasta las mujeres, los ancianos i los ni�os tomaron las armas que tenian ocultas, i formaron numerosas guerrillas, que todo el dia tirotearon a la division, ostentando NARI�O durante el combate un valor llevado a la temeridad. Cerca del anochecer, las guerrillas redoblan su ataque, organizadas en tres columnas, a las cuales NARI�O opuso otra tantas, mandando �l mismo la del centro, con la cual las carg� impetuosamente rechaz�ndolas hasta la ciudad. Cuando esto hacia NARI�O con la columna que mandaba, la de la izquierda,. creyendo su Jefe que la del centro i la derecha habian sido batidas, huy� h�cia el campo de Tas�nes. Notando NARI�O, desde una altura que ocupaba, lo que habia pasado en sus filas, falto de municiones i sin mas que doscientos hombres, resuelve retirarse, como lo ejecut� a las 11 de la noche.
Los dispersos de su division llegados la misma noche al campo de Tas�nes, dijeron que el jeneral estaba prisionero i que todo se habia perdido. El coronel Jos� Ignacio Rodr�guez, que all� mandaba, tom� la fuga a las 5 de la ma�ana del dia 11. El jeneral lleg� a las 7, i solo hall� unos pocos enfermos e inv�lidos. Orden� a Cabal que se adelantara a reunir algunos hombres para protejer a los atrasados, i se qued� en Tas�nes con los oficiales Pombo, Diaz. Pardo i NARI�O, su hijo. Este fu� mandado en alcance de Cabal, i el jeneral se ocult� en las monta�as de Lagartijas, donde permaneci� tres dias. Pasados estos i sin ninguna esperanza de salvacion, se present� en Pasto el 14 de mayo, i fu� encerrado en un calabozo, donde apur� las amarguras de la capilla por tiempo indeterminado.
Los restos de las fuerzas de NARI�O continuaron su retirada h�cia Popayan, hostilizados en todas sus marchas por la guerrilla de patianos de Joaquin Paz, que siempre que empe�� combate fu� batida.
La causa principal de la p�rdida de la espedicion de NARI�O fu� el Coronel Rodr�guez, que no cumpli� la �rden de llevar a Pasto, el dia 10 de mayo, la artiller�a i el resto de la fuerza
El brigadier Leiva propuso desde Popayan a Aymerich el rescate de NARI�O por los sesenta o setenta oficiales realistas que tenia prisioneros, i no fu� aceptado.
El Congreso federal que tambien se interes� con ese fin, nada pudo obtener. Aymerich habia recibido �rden de M�ntes, presidente de Quito, para quitar la vida a NARI�O, pero fu� suspendida por el temor de una retaliacion en todos los prisioneros realistas.
El coronel Rodr�guez habia dado ya la pruebas de su cobard�a, cuando abandon� a Popayan al acercarse S�mano en junio de 1813, quien despues de esto, i en la retirada, di� a sus soldados el " s�lvese quien pueda."
�Qu� distinta hubiera sido la suerte de NARI�O i la de las armas republicanas en el Sur, si el lugar de Rodr�guez lo hubiera ocupado en la campa�a de Pasto alguno de los desterrados en la Plata (tal vez por sus intrigas) Serv�ez o Campom�nes, jefes entendidos i valerosos!!
NARI�O estuvo trece meses prisionero en Pastor, i de all� fu� a Quito, en donde una junta revolucionaria quiso echarse sobre la escolta que le conducia, libertarlo i ponerlo a la cabeza de un gobierno provisorio; pero el jefe espa�ol frustr� el plan con sus precauciones, i NARI�O fu� remitido a Lima, i de all� a Espa�a con el Obispo de Quito doctor Cuero, don Francisco Gonz�lez Soto i don C�rlos Mont�far. Este �ltimo pudo fugarse en Panam� i volver a Santaf�, para seguir sosteniendo. la causa de la independencia, de la cual fu� v�ctima a poco tiempo, como lo fueron. tantos otros hombres ilustres.
La p�rdida de la espedicion de NARI�O coincidi� con la del ej�rcito que sostenia en Venezuela la causa de la Independencia. Derrotados Bol�var i Mari�o en |La Puerta el 14 de junio de 1814, el primero huy� a Car�cas, i despues a Barcelona, perseguido por las tropas de feroces B�ves i Mor�les, maestros i compa�eros de Y��es, Anto�anzas, Suasola i Rosete en la escuela de las mas inauditas atrocidades. Vencido otra vez Bol�var en la villa de Aragua, se embarc� en Car�pano el 7 de setiembre de 1814, con rumbo h�cia Cartajena.
El jeneral NARI�O permaneci� en su prision de C�diz hasta el a�o de 19, que le puso en libertad el gobernador de esa plaza, triunfante la revolucion espa�ola que proclam� la constitucion de 1812 i ech� abajo el despotismo de Fernando VII. NARI�O se estableci� ent�nces en la isla de Leon, i, unido a distinguidos patriotas espa�oles, trabajaba con decidido interes en la magn�fica obra de la rejeneracion de la madre patria. Con tal fin public� tres cartas bajo el seud�nimo de |Enrique Somoyar, en las que combatia vigorosamente la continuacion de las hostilidades contra la Am�rica, i pintaba con sus verdaderos colores la tiran�a ejercida por el pacificador Morillo en la Nueva Granada.
Esas cartas llamaron la atencion del gobierno peninsular, i, alarmado por ellas, dispuso que de nuevo fuera NARI�O reducido a prision, sabi�ndose que era su autor; mas habiendo tenido oportuno aviso de la pesquiza que contra �l se dirijia, se embarc� con las mayores precauciones h�cia Gibraltar. De all� pas� a L�ndres, i luego a la Guaira para volver a su patria.
Hall�base el jeneral Bol�var en la villa de Achaguas, cuando se encontr� con NARI�O que regresaba por Angostura i los valles de Apure a Bogot�; i en 5 de abril de 1821, le nombr� el mismo Bol�var, vicepresidente interino de Colombia, por muerte del propietario doctor Juan Jerman Rosc�o.
No habia podido instalarse a�n el congreso de C�cuta, i en medio de la ansiedad en que se hallaban los diputados, fueron sorprendidos por la repente aparicion del jeneral NARI�O, en los �ltimos dias de abril. Allanadas las dificultades que se habian tocado, se instal� el congreso el 6 de mayo, presidia la instalacion por el vicepresidente NARI�O, confirmado en este destino por el mismo congreso.
NARI�O present� a �ste un proyecto de constitucion, que se mandara pasar a la comision respectiva, lo cual disgust� a su autor que pretendia se discutiera inmediatamente i de preferencia a cualquiera otro. |�Pensaria NARI�O que podia influir en el Congreso Colombiano, como lo hiciera en 1812 sobre la llamada |representacion nacional de Cundinamarca? Tanto as� desvanece la ambicion, aunque sea solo la ambicion de gloria aun a los hombres de jenio i de verdadero m�rito! �Qu� no habr� de suceder a esas median�as a quienes una o mas veces sopla propicio el viento de la fortuna, o que a fuerza de intrigas i de manejos mercenarios alcanzan las primeras dignidades de la Rep�blica?
En discordia ya el jeneral NARI�O con el congreso, complic� la situacion un incidente ocurrido con jeneral D'Evereux. Creyendo �ste que NARI�O habia inferido un desaire a la se�ora Englist, le pas� un billete de desafio; i por esto, que el Vicepresidente de Colombia calific� de desacato a su autoridad, mand� procesarlo i reduc�rlo a prision. El Congreso tom� cartas en el asunto, a solicitud de D'Evereux, dictando un decreto que fu� objetado por NARI�O en t�rminos mui fuertes, i contra lo dispuesto en �l remiti� el preso al cuartel jeneral del Libertador.
Trat�se en el Congreso de deponer a NARI�O; mas �ste, que tenia en su contra la mayor�a de los Diputados, i aquejado de enfermedes, se anticip� a renunciar la vicepresidencia, la cual renuncia le fu� admitida, nombr�ndose en su lugar al Diputado se�or Jos� Mar�a del Castillo Rada.
NARI�O se diriji� ent�nces a Bogot�, que era el seno de sus mas caras afecciones i el centro de sus influencias.
Cambiado esencialmente el escenario de la pol�tica i la guerra en los �ltimos 6 a�os de su ausencia del pais, hubi�rase creido que NARI�O, despues de lo sucedido con �l en C�cuta, cansado i lleno de sufrimientos, iba a retirarse a la vida privada; mas no sucedi� as�.
Poco �ntes de la reunion del primer Congreso constitucional, que debia tener lugar el 2 de enero de 1823, se publicaba en Bogot� |el insurjente, que se atribuy� jeneralmente a NARI�O, sin que jamas protestara contra esta creencia. En tal peri�dico se preconizaba el Gobierno federal i se insinuaba la idea peligros�sima en esa �poca, de variar la constitucion de C�cuta, crey�ndose equivocadamente que el Congreso lejislativo podia convertirse en constituyente, con solo quererlo. Esta inconsecuencia de NARI�O, enemigo ac�rrimo de la forma federativa en 1812, di� lugar a merecidas censuras, haci�ndole perder en la opinion de los mismos que �ntes fueran sus mas decididos partidarios.
Despues de una vida tan ajitada i tormentosa, el jeneral NARI�O se retir� enfermo a la villa de Leiva, donde muri� el 13 de diciembre de 1823. El �ltimo rasgo de su vida revela que hasta ent�nces conservaba la fiimeza de su alma. Momentos �ntes de espirar vi� su reloj de bolsillo, i con �l en la mano, dijo lleno de entereza a las pocas personas que le acompa�aban: " Veinte minutos faltan," i cumplido este breve t�rmino espir�, vi�ndose olvidado casi por entero de la Patria i de sus amigos. Para uno de los primeros veteranos de la libertad en Sur-Am�rica; para el vencedor en |Calib�o |Juanamb� i Tas�nes; para el h�roe desgraciado en |Pasto, no hubo recompensas ni honores.
NARI�O tendria sus defectos. Todos los tenemos. Se enga�aria una o mas veces. Nada tiene de estra�o: el error es el patrimonio de la humanidad; pero no fu� un tirano ni un ambicioso vulgar, como en algun tiempo se le llamara. Ningun acto de crueldad mancho su vida.
Si alguna ambicion tuvo, fu� sin duda una ambicion noble, fundada en su m�rito positivo, en sus eminentes hechos i en los grandes sacrificios que hizo por la Patria.
Si en 1814 vence en Pasto, habria marchado hasta Quito, donde no habia fuerzas que oponerle, i desde ent�nces hubiera tremolado a pabellon tricolor en las heladas cimas del Cotopaxi, del Chirabonzo i del Pichincha. Esto era; esto debia ser lo que NARI�O ambicionaba. Que su nombre se recuerde siquiera con veneracion.
Sobre la humilde tumba, del mas altivo republicano, en un lugar triste, solitario, casi desierto, tan solo jimen las melanc�licas brisas de la tarde!

Biograf�a escrita por Jos� Mar�a Baraya en 1874