En la década de los 40 se le conocía como El Diviso, y además era el basurero de la ciudad. En 1957, llegaron al sector la primera familias invadiendo los terrenos que pertenecían al ejército.
Poco a poco se fue poblando y de la misma manera surgieron líderes que buscaban el progreso del barrio: abrieron calles, hicieron campos deportivos, construyeron la capilla y las escuelas Nuestra Señora de Belén de varones y niñas, con auxilios que envió el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy.
El acueducto y alcantarillado empezó a funcionar en la década de los 70. Ante la necesidad de un colegio de bachillerato la comunidad dividió la cancha de fútbol y construyó la sede del centro educativo.
El templo parroquial fue concebido por iniciativa del sacerdote Pedro Alejandrino Botello quien logró motivar a la comunidad y construir un santuario en Cúcuta a Nuestra Señora de Belén, patrona de los salazareños.
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